¿Cómo surgió realmente? ¿Por qué no se le había ocurrido a nadie antes? Bueno, se podría decir que no fue fácil. Y, desde luego, fue necesario mucho tiempo. Así que si quiere saber cómo ocurrió todo, aquí hay una mirada entre bambalinas: la insólita historia de un proceso de cuatro años que no sólo estuvo plagado de covid y crisis, sino que además experimentó un giro extra: Enfrentarse al reto de fusionar dos culturas muy diferentes.
Tal vez el aprendizaje de todo ello sea que a veces un camino largo y tortuoso es lo que se necesita para crear algo verdaderamente extraordinario.
First 36: La génesis de una nueva criatura
Desde que el nuevo First 36 empezó a presentarse en los salones náuticos el año pasado, quedó claro que había ocurrido algo extraordinario. Tras años de trabajo fuera de los focos, las cosas empezaron a moverse con rapidez. Ahora, poco más de un año después de su lanzamiento, la última nueva generación First se ha convertido en uno de los barcos más premiados del sector.
¿Un futuro clásico?
Según los rumores, podría convertirse fácilmente en un futuro clásico, el inicio de una nueva tendencia: Un atractivo modelo GT con una marcha extra y el factor diversión añadido, tan fácil de manejar que cualquiera puede hacerlo. Todo ello sin tener que renunciar a un espacio interior moderno y confortable, comparable al de una embarcación de crucero bastante más grande que sus predecesores.
Un camino largo y tortuoso
Reinventar la gama First
Volvamos al Salón Náutico de Annapolis en 2018. Una tarde, en la zona privada, tuvo lugar una conversación entre los dos fundadores de Seascape, Kristian Hajnšek y Andraž Mihelin, y dos responsables de Beneteau, Gianguido Girotti y Damien Jacob.
Al hablar hoy de ello, Damien Jacob recuerda la situación con claridad: “En Beneteau, llevábamos tiempo queriendo reinventar la gama First”, afirma. “Para las embarcaciones más grandes, confiábamos en contar con el equipo adecuado. Pero para las más pequeñas, sabíamos que los chicos de Seascape habían hecho grandes cosas y que tenían la pericia necesaria para hacerlo”.
Un lugar para un nuevo 36
“Beneteau ya tenía un diseñador extraordinario trabajando en la nueva generación”, dice Jacob, “pero, por otro lado, Seascape había tenido hasta ahora un gran éxito en su aventura con Sam Manuard, así que decidimos seguir adelante con él. En cierto modo, éste fue el primer paso en la fusión de fuerzas. La idea era iniciar la gama con una embarcación grande, que más tarde se convertiría en el First 53. Luego quisimos asegurarnos de que fuera posible reducir la escala y utilizar gran parte del diseño más adelante en los modelos más pequeños. También nos propusimos orientar cada modelo a un mercado específico, para que los modelos no se solaparan entre ellos. Y en este plan, había un lugar para un 36: Una embarcación deportiva que prestaba menos atención al confort que en los barcos más grandes, y estaba más centrada en el rendimiento”.
Dos equipos
“Resultó ser un proceso largo porque no era algo rutinario para ninguno de nosotros. En Beneteau, normalmente trabajamos dentro de nuestro propio equipo, y es un proceso ya conocido. Aquí fue más complicado porque éramos dos equipos. Uno, una marca icónica con 45 años de trayectoria, muy orientada al diseño y con profundos conocimientos de producción en serie, y que atiende a una red mundial de concesionarios y clientes. El otro es un equipo innovador y ágil con muchos conocimientos especializados, sobre todo en construcción con materiales compuestos en embarcaciones ligeras de alto rendimiento”.
El valor principal
“Así que la tarea consistía en encontrar el equilibrio adecuado entre los dos equipos y encontrar el camino hacia el mejor producto. Nunca es un proceso fácil, pero para mí fue el principal valor del proyecto: Contábamos con un equipo muy amplio y bien informado. Por supuesto, fue difícil sincronizar a todo el mundo. Pero finalmente, teníamos un diseño con el que todos estábamos muy contentos”.
Tenía que ser una embarcación ligera
“Desde el principio, dijimos que queríamos una embarcación ligera. Queríamos aportar la emoción con una carena de planeo sin comprometer la comodidad. Queríamos hacer un barco en el que cualquiera que embarcase, sin necesidad de precisión o conocimientos especiales, pudiera divertirse manejándolo. Y sabíamos que esto se consigue con un barco ligero”.
Diversión inmediata
“Recuerdo perfectamente la primera vez que navegué yo mismo en el 36”, dice Jacob. “Teníamos 20-25 nudos de viento, tres personas a bordo, dos de ellas en un barco por primera vez. Izamos las velas e inmediatamente hicimos nueve nudos sin ni siquiera haber empezado a descubrir el barco. Y en cuanto empezamos a planear sobre las olas, hicimos entre 12 y 16 nudos, sólo con el foque y la vela mayor. ¡Fue una diversión inmediata! No necesitábamos el trimado de velas perfecto, ni la tripulación perfecta, en realidad sólo necesitábamos apuntar con la proa hacia la dirección al a que queríamos ir. Y puedo asegurar que lo conseguimos. Echando la vista atrás, puedo decir que el 36 fue toda una aventura. Hubo momentos de roces y frustración entre nosotros. Pero estoy muy contento de haber hecho este recorrido junto a Andraz y su equipo”.
Cómo liberar el potencial
Por la parte de Seascape, Andraz Mihelin se emociona al instante cuando se le pregunta por los cuatro años que ha durado el proceso de creación del First 36.
“Normalmente, no se necesitan cuatro años para desarrollar un nuevo modelo”, ríe. ”Yo diría que lo normal es un año. Pero como dice Damien, teníamos dos entidades muy diferentes en las que debíamos crear confianza y una relación de trabajo. Cuando surgió la idea en 2018, Beneteau estaba trabajando en el First 53. Por nuestra parte teníamos nuestros modelos Seacape, todos ellos muy por debajo de los 30 pies. Pero cuando surgió la idea de un 36, justo en una posición media, tuvimos que cooperar. “Teníamos que liberar el potencial oculto que suponía tener dos organizaciones que eran muy potentes en lo que hacían, pero de maneras muy diferentes”.
Un público más amplio
“Todos queríamos crear una nueva generación de la legendaria línea First”, explica Mihelin. “Ése era el objetivo: Reinventar First. Esto significaba que el nuevo barco tenía que atraer a un público más amplio del que estábamos acostumbrados para nuestra línea Seascape. Tenía que ser un barco atractivo, con un diseño atemporal y un equipamiento interior agradable y cómodo. Tenía que tener un precio acorde con lo que se espera de un First de 36 pies. Y tenía que ofrecer unas prestaciones de navegación extraordinarias”.
Más ligero pero a un precio razonable
“La última parte era realmente el reto. Porque se puede hacer fácilmente un barco muy rápido con buenas prestaciones de crucero, pero resulta muy caro. Así que cuando llegamos a la producción fue cuando nos encontramos con el verdadero reto. Sabíamos lo que significaba el peso para el rendimiento de navegación y queríamos demostrar al mundo que podíamos hacer algo que nadie había hecho en un barco de producción: Reducir tanto el peso de la embarcación que ofreciera una verdadera experiencia de planeo, sin esfuerzo, con la comodidad de un crucero ... y mantenerlo dentro de la horquilla de precios”.
No hubiéramos podido hacerlo los unos sin los otros
“Así que dedicamos mucho tiempo, dinero y energía en hacer un trabajo muy preciso con esta pieza del rompecabezas. Y contratamos a los mejores del mundo, no me asusta decirlo, porque realmente lo son, para que nos ayudaran a reducir el peso de una forma inteligente y pudiéramos fabricar el barco con la rentabilidad necesaria. Y debo decir que estoy muy orgulloso de haber participado en ese proceso. Para ello, necesitábamos la pericia Beneteau, su enorme experiencia en producción y sus conocimientos técnicos, así como nuestra dedicación y conocimientos especializados en reducción de peso y navegación de alto rendimiento. Además, debo mencionar que no basta con contratar a los mejores diseñadores e ingenieros estructurales del sector para tener éxito en un proyecto como éste. Es necesario compartir valores comunes con el resto del equipo, en este caso, ambos equipos, lo cual es muy poco frecuente. Así que, si tuviera que señalar un ingrediente mágico clave para el éxito del 36, sería la fantástica relación que establecimos entre los miembros del equipo en torno a la idea de un barco definitivo para disfrutar del viento y del mar.
Ahora, con todos los premios y la calurosa acogida que ha recibido el barco, parece como si por fin el balón traspasara la línea blanca entre los postes de la portería tras una larga y dura lucha de ida y vuelta sobre el césped. Por supuesto, el partido no ha terminado. Pero ya hemos marcado el primer gol”.
Ahora, poco más de un año después de su lanzamiento, la última nueva generación First se ha convertido en uno de los veleros más premiados del sector.
Nunca es un proceso fácil, pero para mí este fue el principal valor del proyecto: Contábamos con un equipo muy amplio y bien informado.
Publicado el 07.04.2023